PSUV BARUTA

Tal Dia como HOY

Sabino Barroso Pimentel

En 1502, Alonso de Ojeda, al tomar posesión de la gobernación de Coquivacoa, funda Santa Cruz, la primera ciudad de tierra firme suramericana.

En 1788 nació en la ciudad de Trujillo, el prócer de la Independencia José de la Cruz Carrillo, quien se incorpora con sus hermanos al movimiento patriótico desde la Declaración de Independencia en 1810. En junio de 1813, Cruz Carrillo, se une al Libertador y participa en la Campaña Admirable donde destaca por su arrojo y valentía, además participa en la Batalla de Boyacá y sobresale en la Batalla de Carabobo, por comandar con resonante éxito la llamada División de Cruz Carrillo, línea de batalla que impide a los realistas llegar al Campo de Carabobo.

En 1814, Napoleón inicia su exilio en la isla de Elba, frente a la costa occidental de Italia, tras abdicar el 11 de abril de ese mismo año y según los acuerdos firmados en el tratado de Fontainebleau, pactado con los representantes de Austria, Rusia y Prusia tras la derrota de los ejércitos franceses por las fuerzas de la Sexta Coalición, el tratado establecía la renuncia de Napoleón y las condiciones de su exilio a la isla de Elba.

Al respecto, vale la pena recordar las siguientes palabras, tomadas de una misiva de don Simón Rodríguez, dirigidas a Simón Bolívar:

…y si por desgracia de la América tuviese U. que retirarse a alguna Santa Elena, lo seguiría gustosísimo. Más honor habría en desterrarse con un héroe que no quiere ser Rey, que con hombre que por hacerse Rey, dejó de ser héroe.

En 1818, luego de fugarse de la cárcel española de Cádiz, la heroína de la independencia Luisa Cáceres de Arismendi llega a Filadelfia.

Durante su permanencia en Cádiz, se negó a firmar cualquier documento donde manifestara su lealtad al Rey de España y debiera renegar de la filiación patriota de su marido argumentando que el deber de su esposo era servir a la patria y luchar por liberarla. En completo aislamiento, el destierro transcurre sin noticias de su madre ni de su esposo.

En marzo de 1818 el teniente Francisco Carabaño y el inglés Tottem se ofrecen para ayudarla a trasladarse a Estados Unidos; se hacen todos los preparativos pertinentes para la fuga y la joven promete que su esposo pagará todos los gastos cuando ella pueda llegar a tierra margariteña.

Se despide de la familia Morón y emprende viaje a bordo de una fragata con bandera de los Estados Unidos.